ADVERTENCIA MUY IMPORTANTE: El veneno de abeja, en mayor medida, y los otros productos de la colmena pueden producir reacciones alérgicas en algunas personas. La información aquí contenida está realizada tan sólo con propósitos educativos y no debe de ser interpretada o usada para auto diagnosis o auto terapia. Y debe de ser siempre practicada por un médico o un apiterapeuta cualificado. 
     Una prueba de alergia previa a la utilización del veneno de la abeja es imprescindible.  

   Si conocemos a alguien a quien han picado las abejas (suelen ser avispas) o nos ha picado  a nosotros, asociaremos picadura con un gran dolor, que, en algunos casos, paliaremos con barro y, en otros, con medicinas.

Lógicamente, en ese momento no pensaremos nada más que en quitarnos el dolor. Pero quienes llevamos algún tiempo con abejas (en mi caso desde 1.980) hemos podido observar, en múltiples ocasiones,  que las picaduras significan la desaparición de otras molestias, a veces serías. 

Y es sabido que  los apicultores apenas padecen de reuma, ciática o lumbago.

Durante años he observado la relación entre las picaduras de abeja y los puntos de acupuntura correspondientes al "problema" o desequilibrio energético del momento. Las abejas "saben" dónde tienen que picar. Y lo saben, porque donde hay un desequilibrio energético hay una "agresión" que las abejas perciben y, al defenderse, producen un reequilibrio similar al de la acupuntura, con el beneficio añadido del veneno de abeja.

Aquí vemos dos fotos Kirlian en las que se observa  la energía que perciben las abejas. 

Recientemente se ha descubierto la relación entre las endorfinas que segrega el cuerpo y las curaciones llamadas "espontáneas". El efecto de la picadura hace que las endorfinas correspondientes acudan. El veneno continúa el trabajo junto con otros elementos que están en el torrente sanguíneo. Y, si la persona sabe el mecanismo por el que se ha producido la enfermedad, entonces el restablecimiento puede parecer "milagroso".

Si, además, se puede realizar una visita al colmenar, todo lo anterior se potencia. El ambiente del lugar, normalmente saludable,  las esencias de las plantas, las feromonas que emiten las abejas, el olor a miel  de las colmenas y la misma situación de estar "en otro mundo" debido al peligro potencial  y a la observación de cómo actúan, hacen que el mecanismo de curación del propio cuerpo se ponga en funcionamiento. La picadura, entonces, se convierte en el ingrediente central, pero no en el único.


            

Picarse, aún sin estar enfermo, puede ser algo saludable en sí mismo. Eso sí, procure no molestarlas, porque  que se defenderán. Sea prudente en su relación con ellas y procure ir con alguien experimentado. Además debe saber si es alérgico.

Y si le gusta, hágase apicultor. La supervivencia del ser humano depende de ellas. Las abejas al libar tienen un papel esencial en la polinización, la multiplicación de las especies con flores y el rendimiento de los cultivos. Sin polen no hay frutos y sin abejas apenas hay polinización. Ellas polinizan aproximadamente el 80 % de la flora natural o cultivada.

Se le atribuye a Einstein la siguiente afirmación:
"Si las abejas desaparecieran de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían 4 años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres ".

Actualmente  ya no hay colmenas silvestres, debido a la Varroa (un ácaro), al uso de plaguicidas, etc. . Sólo los apicultores "polinizamos" con las abejas las flores silvestres y los cultivos. Hacerse apicultor es contribuir a la supervivencia del ser humano.

 

Pedro Pérez Gómez
Apiterapeuta

C/ Silo, 1
Alcalá de Henares (Madrid)
  España

Aplicaciones de las abejas en reumas, lumbagos, artrosis, etc.

 

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